Kathryn Bigelow y su obra The Hurt Locker, grandes triunfadores de la noche con nada menos que 6 estatuillas. Con más o menos controversia, esta historia sobre un grupo de artificieros en Irak ha conseguido vencer a la titánica Avatar de James Cameron en un duelo que, tristemente, excluía de manera brutal a cualquier otro film candidato. The Hurt Locker se ha llevado, además de los prestigiosos mejor película y mejor director (directora, en este caso, la primera fémina de la historia en hacerse con el premio), mejor guión original que se lleva para casa el Sr. Mark Boal (en los corazones de muchos, servidor incluído, el "tío Oscar" está ahora mismo en la estantería de nuestro amigo Quentin), edición, edición de sonido y efectos de sonido. Avatar, por otra parte, se ha visto relegada a los premios gráficos, esto es, fotografía, dirección artística y efectos visuales.
El hecho de que The Hurt Locker haya conseguido la victoria en las categorías reinas puede provocar sonrisas y llantos. The Hurt Locker no es una película centrada en el patriotismo. Es una película que nos habla de la naturaleza humana, de que no necesariamente luchamos por una bandera, por una causa, o ni siquiera por una idea. Simplemente hacemos aquello que nos hace sentir vivos, nuestra droga, en el caso del artificiero brillantemente interpretado por Jeremy Renner, desactivar bombas, la adrenalina que ello le produce, lo que le divierte, y si seguimos extrapolando, la razón de su existencia. Por esta parte, no deja de alegrarme que una película así se haya visto premiada. Pero por otra parte, si las puertas de la Academia se han abierto al cine más independiente, veo entre los candidatos autenticas obras maestras como An Education o sobre todo Inglourious Basterds, mucho más merecedoras del reconocimiento, películas que divierten y emocionan a partes iguales, esteticamente bellas, rebosantes de carisma y personajes inmortales. Es cierto que no veo al Sr. Tarantino, el niño más macarra de ese patio que es Hollywood (no había más que verlo llegar junto con Eli Roth y Diane Kruger diciendo la fiesta que se habían pegado a base de champán y pizza), recogiendo un Oscar al mejor director, pero bueno, ya se sabe como funciona esto. Dios bendiga America, que dicen. En cualquier caso, los que amamos el cine, el arte en general, y además pasarlo bien, recordaremos este año como el año de Inglourious Basterds, y no como el de aquellos desactivadores de bombas.
Dejando de lado esto (que uno se enerva y acabará volviendo a criticar la imperdonable ausencia de Nine), en cuanto a los premios dedicados al reparto, todo salió según lo previsto, Jeff Bridges se alzó con el suyo por Crazy Heart, Sandra Bullock por The Blind Side (ganadora del Razzie y del Oscar el mismo año, da que pensar), Mo'Nique mejor actriz de reparto por Precious, y un barbudo y tímido Christoph Waltz por Inglourious Basterds. Cabe destacar como este gran actor se vino abajo al recoger el premio, con la lengua trabada, intentando en vano agradecer a Tarantino la oportunidad (más que aprovechada) que le fue otorgada: "nunca podré agradecerlo, pero puedo empezar ahora". Además, detalle cómico incluído al recibir el Oscar de manos de Penelope Cruz, al parafrasear a su personaje en los bastardos: "¡Penelope y Oscar, que super bingo!". Enorme, Sr. Waltz.
Respecto a los guiones, mis compañeros y yo seguimos ofendidos después de ver como Mark Boal se llevaba la estatuilla por The Hurt Locker, hecho que, por otra parte, estaba más que claro. Y no solo porque amemos a Tarantino y a sus bastardos, sino porque otras grandes películas como la maravillosa Up o la genial A Serious Man merecerían, en opinion de este redactor, que el Sr. Boal rechazara la estatuilla llorando de vergüenza. Por otra parte, Precious se llevó su segundo Oscar en la categoría de mejor guión adaptado.
En banda sonora original, una gran alegría (pese a lo reñido de las candidaturas), Michael Giacchino por su genial trabajo en Up. Además, grande y esperanzador el discurso del mismo al recogerlo, animando a los jóvenes a que hagan aquello que quieren hacer, ya que de ninguna manera es una perdida de tiempo dedicarse a este mundo.
Sorpresa, al menos para mi, en la categoría de mejor película extranjera: la argentina El secreto de sus ojos venció a la sublime Das Weisse Band de Michael Haneke. Por otra parte, nuestro corto nacional, La dama y la Muerte, no consiguió llevarse el mejor cortometraje animado, en favor de Logorama. Mejor canción fue para The Weary Kind, de Crazy Heart (para disgusto de todos los que nos enamoramos de Marion Cotillard cantando Take it all en Nine). Otros premios de la noche fueron mejor cortometraje para The new tenants, Star Trek (ya veis, Star Trek en los Oscar) por maquillaje, corto documental para Music by Prudence, documental para The cove, vestuario para The young Victoria, y por supuesto, mejor largometraje animado para Up, ganando así su segundo Oscar.
En resumen, The Hurt Locker fue la gran vencedora con seis estatuillas, frente a los tres de Avatar. En un tercer puesto empate de Precious, Crazy Heart y Up, con dos Oscar cada una, y finalmente The Blind Side e Inglourious Basterds, con tan solo uno, aunque la presencia de Tarantino en ocho nominaciones de tal evento, es en si una victoria para el cine.
En fin, una gran gala, grandes anécdotas, grandes personajes y grandes películas que vuestro redactor se pasaría la vida comentando, pero creo que será mejor dejarlo aquí. Y a pesar de todo lo que pueda decir y opinar un servidor, denle una oportunidad a cualquier película que estuviera nominada anoche, pues realmente con obras como The Hurt Locker, Avatar, Inglourious Basterds, An Education o Up, entre otras, podemos afirmas sin lugar a dudas que el 2009 ha sido un gran año para el séptimo arte. Disfruten de las que no hayan tenido oportunidad de ver, y miremos también a lo que nos depara el 2010. Gracias por leer, y que tengan un buen día.
Adrián Díaz
El hecho de que The Hurt Locker haya conseguido la victoria en las categorías reinas puede provocar sonrisas y llantos. The Hurt Locker no es una película centrada en el patriotismo. Es una película que nos habla de la naturaleza humana, de que no necesariamente luchamos por una bandera, por una causa, o ni siquiera por una idea. Simplemente hacemos aquello que nos hace sentir vivos, nuestra droga, en el caso del artificiero brillantemente interpretado por Jeremy Renner, desactivar bombas, la adrenalina que ello le produce, lo que le divierte, y si seguimos extrapolando, la razón de su existencia. Por esta parte, no deja de alegrarme que una película así se haya visto premiada. Pero por otra parte, si las puertas de la Academia se han abierto al cine más independiente, veo entre los candidatos autenticas obras maestras como An Education o sobre todo Inglourious Basterds, mucho más merecedoras del reconocimiento, películas que divierten y emocionan a partes iguales, esteticamente bellas, rebosantes de carisma y personajes inmortales. Es cierto que no veo al Sr. Tarantino, el niño más macarra de ese patio que es Hollywood (no había más que verlo llegar junto con Eli Roth y Diane Kruger diciendo la fiesta que se habían pegado a base de champán y pizza), recogiendo un Oscar al mejor director, pero bueno, ya se sabe como funciona esto. Dios bendiga America, que dicen. En cualquier caso, los que amamos el cine, el arte en general, y además pasarlo bien, recordaremos este año como el año de Inglourious Basterds, y no como el de aquellos desactivadores de bombas.
Dejando de lado esto (que uno se enerva y acabará volviendo a criticar la imperdonable ausencia de Nine), en cuanto a los premios dedicados al reparto, todo salió según lo previsto, Jeff Bridges se alzó con el suyo por Crazy Heart, Sandra Bullock por The Blind Side (ganadora del Razzie y del Oscar el mismo año, da que pensar), Mo'Nique mejor actriz de reparto por Precious, y un barbudo y tímido Christoph Waltz por Inglourious Basterds. Cabe destacar como este gran actor se vino abajo al recoger el premio, con la lengua trabada, intentando en vano agradecer a Tarantino la oportunidad (más que aprovechada) que le fue otorgada: "nunca podré agradecerlo, pero puedo empezar ahora". Además, detalle cómico incluído al recibir el Oscar de manos de Penelope Cruz, al parafrasear a su personaje en los bastardos: "¡Penelope y Oscar, que super bingo!". Enorme, Sr. Waltz.
Respecto a los guiones, mis compañeros y yo seguimos ofendidos después de ver como Mark Boal se llevaba la estatuilla por The Hurt Locker, hecho que, por otra parte, estaba más que claro. Y no solo porque amemos a Tarantino y a sus bastardos, sino porque otras grandes películas como la maravillosa Up o la genial A Serious Man merecerían, en opinion de este redactor, que el Sr. Boal rechazara la estatuilla llorando de vergüenza. Por otra parte, Precious se llevó su segundo Oscar en la categoría de mejor guión adaptado.
En banda sonora original, una gran alegría (pese a lo reñido de las candidaturas), Michael Giacchino por su genial trabajo en Up. Además, grande y esperanzador el discurso del mismo al recogerlo, animando a los jóvenes a que hagan aquello que quieren hacer, ya que de ninguna manera es una perdida de tiempo dedicarse a este mundo.
Sorpresa, al menos para mi, en la categoría de mejor película extranjera: la argentina El secreto de sus ojos venció a la sublime Das Weisse Band de Michael Haneke. Por otra parte, nuestro corto nacional, La dama y la Muerte, no consiguió llevarse el mejor cortometraje animado, en favor de Logorama. Mejor canción fue para The Weary Kind, de Crazy Heart (para disgusto de todos los que nos enamoramos de Marion Cotillard cantando Take it all en Nine). Otros premios de la noche fueron mejor cortometraje para The new tenants, Star Trek (ya veis, Star Trek en los Oscar) por maquillaje, corto documental para Music by Prudence, documental para The cove, vestuario para The young Victoria, y por supuesto, mejor largometraje animado para Up, ganando así su segundo Oscar.
En resumen, The Hurt Locker fue la gran vencedora con seis estatuillas, frente a los tres de Avatar. En un tercer puesto empate de Precious, Crazy Heart y Up, con dos Oscar cada una, y finalmente The Blind Side e Inglourious Basterds, con tan solo uno, aunque la presencia de Tarantino en ocho nominaciones de tal evento, es en si una victoria para el cine.
En fin, una gran gala, grandes anécdotas, grandes personajes y grandes películas que vuestro redactor se pasaría la vida comentando, pero creo que será mejor dejarlo aquí. Y a pesar de todo lo que pueda decir y opinar un servidor, denle una oportunidad a cualquier película que estuviera nominada anoche, pues realmente con obras como The Hurt Locker, Avatar, Inglourious Basterds, An Education o Up, entre otras, podemos afirmas sin lugar a dudas que el 2009 ha sido un gran año para el séptimo arte. Disfruten de las que no hayan tenido oportunidad de ver, y miremos también a lo que nos depara el 2010. Gracias por leer, y que tengan un buen día.
Adrián Díaz
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